Ávila es la ciudad medieval en la que se unen el patrimonio, la historia y el arte, la cultura, la naturaleza y la gastronomía. 

Ubicada en la comunidad autónoma de Castilla y León, es la capital de la provincia que lleva el mismo nombre y se encuentra junto al curso del río Adaja. Se trata de la capital más alta de todo el territorio español (1131 metros sobre el nivel del mar) lo que hace que las nevadas sean muy frecuentes durante los meses de invierno. 

Famosa por su recinto amurallado, el cual es el mejor conservado de España y uno de los más bellos de Europa, Ávila no solo destaca por su valor histórico y cultural, sino que presume de una gastronomía espectacular. 

En este post queremos hacer un recorrido por los platos típicos de Ávila con el objetivo de hacerte la boca agua.

La comida típica de Ávila está basada principalmente en las carnes de su propio ganado vacuno, incluso cuentan con una raza autóctona conocida como carne avileña. Pero también hacen platos riquísimos con carne de cerdo y productos obtenidos a partir de las famosas matanzas. 

La carne en combinación con sus legumbres, son la base de los platos que se cocinan en la provincia de Ávila. De entre las infinitas recetas tradicionales que han pasado de generación en generación, a continuación de presentamos los platos que tienes que probar si o sí, si visitas Ávila. 

SOPA CASTELLANA

La sopa de ajo o sopa castellana es un plato de origen muy humilde que se elabora con ingredientes fáciles de encontrar en la despensa. Consiste en una sopa fácil de ajo y pan, sofritos juntamente con un poco de jamón y pimentón. Se añade agua o caldo de carne y se deja hervir con un poco de sal y perejil. Para completarla, se rompen unos huevos encima del caldo y se dejan hervir hasta que estén cocidos. 

JUDIONES DEL BARCO DE ÁVILA

Los judiones del Barco son unas judías secas de gran tamaño y color blanco originarias del municipio de El Barco de Ávila. 

Para preparar este palto se necesitan los judiones e ingredientes tales como: costillas de cerdo adobadas, panceta adobada, chirizo y morcilla asturiana, además de cebolla, ajos y hojas de laurel. Sin duda, es un plato fuerte y contundente que llena de energía (y calorías), perfecto para los inviernos fríos. Aunque en época estival, también apetece un buen cocido de tanto en cuando ¿O no?

CHULETÓN DE ÁVILA

Uno de los platos más típicos de Ávila y la carne puede ser tanto de ternera como de buey o vaca, pero ojo, han de pertenecer a la raza autóctona conocida como avileña-negra. Se caracteriza por se una carne tierna y con un sabor muy intenso. 

Consiste en un gran filete que puede llegar a pesar 1 kilo o más. Para cocinarlo, simplemente hay que ponerlo en la parrilla hasta que esté hecha con el punto de cocción que más nos guste. Por lo general, se suele servir acompañado de patatas (fritas o asadas) y lechuga. 

PATATAS REVOLCONAS

Las patatas revolconas o patatas meneás eran antiguamente un plato humilde, popular entre los campesinos. En la actualidad, se sirve en los bares de la provincia de Ávila en formato de tapa. 

Es tan simple como un puré de patatas condimentado con pimentón y torreznos fritos crujientes. 

YEMAS DE SANTA TERESA

Y como en toda cultura gastronómica, no puede faltar un plato dulce. Las yemas de Santa Teresa son el postre por excelencia de la provincia de Ávila. Todo un símbolo del destino, tienen una forma redondeada y son de color naranja. 

Su nombre es en homenaje a Santa Teresa y se elaboran a partir de yemas de huevo y un almíbar elaborado con agua, azúcar, limón y canela.

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