Adiós al estrés, los horarios, las preocupaciones, las maratorianas jornadas de trabajo… Comienzan las vacaciones de verano y con ellas, la diversión, el descanso y la desconexión total de los problemas y del trabajo. Pero, las vacaciones también son un buen momento para unir vínculos familiares. Por eso es muy importante, a la hora de decidir el destino turístico, tener en cuenta si el viaje es en pareja o con niños.
Si viajamos con menores, hay que tener en cuenta varios consejos, pues como a los adultos, a ellos también les gusta desconectar de la rutina y disfrutar. Además, hay que aprovechar el descanso para pasar más tiempo en familia, fortaleciendo los vínculos, pues durante el resto del año, las posibilidades de hacer cosas juntos se reducen a los fines de semana.
Lo principal es acordar conjuntamente un destino turístico, pues para empezar con buen pie, es conveniente llegar a un acuerdo para que todos los miembros de la familia disfruten y estén a gusto. Además, hay que seleccionar aquellos alojamientos que cuenten con instalaciones apropiadas para los más pequeños.
Otro de los consejos es intentar buscar un lugar con actividades para todos los miembros de la familia. De esta manera, habrá tiempo para realizar juegos de manera conjunta, pero también en otros momentos, los niños pueden estar a su aire realizando actividades (supervisadas por monitores), mientras que los padres se relajan en el spa, tomando el sol o disfrutando de un refresco, sabiendo que sus hijos están en buenas manos.
Los juegos en familia son muy importantes para fomentar la unidad, que se echa en falta durante el resto del año. Hay que escoger una actividad que guste a todos, ya sea montar a bicicleta, senderismo o jugar a un deporte.
Los largos y maratorianos viajes, de un día en un sitio y otro en una ciudad diferente no es aconsejable en el caso de contar con niños. Estos tienen que descansar, y para ello, lo mejor es permanecer los días de vacaciones en el mismo lugar, para que les de tiempo a entablar nuevas amistades. Al respecto, es importante ir a alojamientos donde sepamos que habrá más menores, para que puedan jugar con otros niños de su edad.
Fuera los horarios. En verano hay que ser un poco más flexibles con los hijos, evitando marcar en todo momento lo que tienen que hacer. Ellos también están de vacaciones y necesitan notar esa cierta libertad. Por ejemplo, no ser tan rígidos en los horarios de comida o de sueño y permitirles darse algún capricho. Eso sí, siempre dejando claro que esta flexibilidad se debe a que están de vacaciones.
Las casas rurales cada vez están más preparadas para los menores. De hecho, Ribera del Corneja, cuenta con instalaciones para los menores, donde pueden jugar y divertirse con otros menores, todo ello rodeado de la mayor seguridad. Además, también se pueden realizar actividades en familia, con paintball, senderismo, montar a caballo o visitar los bellos parajes en bicicleta.